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sábado, 31 de diciembre de 2011

Mi llave en tu cerrojo

     En la mano desnuda sostengo mi llave. Con ella viajo y pruebo pasar por alguna puerta, pero no todas se abren.

     Estoy tratando de entrar en un cerrojo y aunque lo hago despacito y voy tocando sus mecanismos, aun no doy vueltas en su interior.

      No me desespero, porque se que si la puerta no se abre es que éste no es mi picaporte y no debía pasar por su umbral, como ha ocurrido en otras ocasiones.

     Sé que para que una llave abra una puerta debe existir armonía entre ellas. De no haberla sólo se escucharían chirridos desagradables y al final terminarían dañadas ambas.

     También sé que es imposible pasar adentro cuando hay otra llave ocupando la cerradura. Alguna vez lo intenté. El espacio es limitado, cada una debe buscar encajar con lo más profundo de su propia puerta.

     Pero lo más importante es que la llave no puede fundirse con el cerrojo, sólo  bailar con él.  Pongo música y empiezo a danzar. Te toca decidir si me dejas pasar.

miércoles, 28 de diciembre de 2011

Todo por fuera, nada por dentro...

            Haciendo caso a los insistentes consejos de su amiga, acudió a un asesor de imagen. Éste hacía su trabajo a domicilio. Llegó a su casa y sin miramientos abrió su armario y le pidió que escogiera un modelo para la ocasión. Ella comenzó a vestirse y él a emitir sus opiniones.

-Esa falda no sugiere nada, igual podría habérsela puesto tu abuela y nadie notaría la diferencia.
-¿Sugerir? ¿El qué? ¿A quién? Pues a mi me gusta.
-Esa blusa es poco atrevida. Las mujeres de hoy llevan prendas ceñidas que realcen su silueta.
-¿Tan apretada? Pero si yo no quiero realzar nada.
-¿Medias? Nunca. Debes usar calcetines altos, es lo que se lleva este invierno.
-¿Y si me da frío?
-Esos zapatos planos son de la temporada pasada, ahora con plataforma y tacón que estilizan las piernas.
-Pero si son incomodísimos, yo no sé caminar con esto.
-Los complementos, ya veo que no tienes ninguno, cuantos más mejor y mezclando estilos y formas.
-Ahora si que parezco un árbol de Navidad, pensó.
-Ahora el maquillaje. De eso me encargo yo… Y aplicó tantas capas que parecía estar encalando una pared.

Cuando salió por la puerta tuvo que dejar dentro su pensamiento. El cráneo era lo único que la moda permitía llevar vacío.

lunes, 26 de diciembre de 2011

Shhhh, nuestro secreto

      Tengo caracolas en el pelo porque me gusta mezclarme con las olas. Voy a la playa y me entrego a la sal despacito. Primero descalzo mis pies y los hundo en la arena, hoy está fría porque el sol no luce en el cielo, pero no importa, dejo que se meta entre mis dedos y me cubra hasta los talones.

      Me acerco a la orilla. Una sensación de vértigo me acompaña ante la idea de la fusión y poco a poco me entrego a este trocito de costa... Sigo avanzando. No hay nadie a mi alrededor, o al menos yo no lo percibo. El silencio se hace y me sobresalto ¿Cómo es posible tanta quietud? Sólo escucho el sonido repetitivo del agua que alcanza la orilla y se introduce no sólo por mis oídos, sino también por mis poros. Otro paso más y el agua me empuja adelante y atrás. Rozo con la yema de los dedos la superficie y atrapo un alga que bailaba junto a mí. Otro pasito y ahora el mar me toma por la cintura pidiéndome que dance con él. Accedo y doy otro paso, ya casi de puntillas. El agua me cubre y ya no siento el peso de mi cuerpo. Me inclino hacia delante y cuando quiero darme cuenta estoy jugando con las caracolas del fondo. Miro hacia arriba y la superficie es un espejo del cielo. La brisa se transforma, convirtiéndose en las corrientes de agua fresca que me envuelven y recorren. 


        No pienso decirle a nadie dónde está este paraíso, terminarían por destruirlo o cobrar entrada para visitarlo. Tampoco tú les digas que esto es lo que se siente cuando te bañas en el océano. Llevo aquí abajo tanto tiempo... Espero que nadie se haya dado cuenta.   ¡Shhhh!  Es nuestro secreto. Me seco las escamas y me voy.

sábado, 24 de diciembre de 2011

Hija

Familiares, amistades, amantes, personas cercanas y lejanas, individuos que me tropiezo casualmente o que elijo entre los demás para vivir su cercanía, lugares, situaciones, una flor, una nube, una hormiga, una gota de lluvia, una ola que rompe contra un callado o que besa una orilla, un soplo de aire, una fruta jugosa, un vaso de agua, una mirada alegre, una situación dolorosa, una tecla de este ordenador, la luna menguante, luchas justas o delegación de los derechos, deberes… cualquier cosa en el mundo, cualquiera que pueda existir antes, durante o después de mi. Nada sirve para llenar este vacío, porque mi interior no es el mismo sin la sola idea de tu existir, hija.

jueves, 15 de diciembre de 2011

Hoy bien tempranito viajé al paraiso. Casi sin darme cuenta estaba allí y aunque duró poco, me gustó el viaje. Hoy bien tempranito viajé hasta tus brazos, mi paraíso.

domingo, 11 de diciembre de 2011

Desde el principio de los tiempos

Desde la lejanía el tiempo venían amándose en secreto. Encorsetados en el miedo al qué dirán, principalmente del otro, el sentimiento fue creciendo como el vapor dentro de una olla. Era un amor lejano, profundo y explosivo que no entendían de donde procedía. Quizás si hubieran sabido que su historia se fraguó siglos atrás le hubieran dado rienda suelta, entregándose a su destino, que jugaba con ellos escogiendo personajes que les separaban.

Eso les ocurrió en  América, cuando aún no habían sucedido los grandes desastres en sus pueblos, nacieron en etnias distintas y estuvieron llamados a no mezclarse. Desde que se vieron supieron reconocerse. Siglos después volvió a suceder en la vieja Europa. Eran tiempos convulsos. Nacieron en familias encontradas y no gozaron de la tranquilidad para vivir el amor. Él, comprometido con fuerzas que le estallaban por dentro participó en la toma de la Bastilla, y allí encontró el camino de vuelta que le proporcionaron sus heridas mortales. Ella llegó justo a tiempo de decirle que seguiría buscándole.

En este encuentro se sentaron las bases para sus nuevas vidas, recorriendo continentes, tiempos y vidas que se les escurrían sin dejarles vivir ese vínculo profundo.

En la que ahora les ocupa, tiempos confusos de vivir hacia afuera, en la vorágine del consumismo y la superficialidad, ya se han encontrado. El escenario es propicio y aunque sus vidas no gozan de la complicación de otras etapas, sus personalidades han sido trucadas para dificultar los encuentros. Ya se conocen y han probado estar juntos, saben que su amor viene de tiempos y encuentros lejanos, pero las barreras ahora son sutiles. Viven atrapados en tiempos de cárceles ficticias creadas para distraer a las personas de lo verdaderamente importante.

¿Lo conseguirán esta vez?


viernes, 28 de octubre de 2011

Con qué juegan l@s niñ@s...

       
        Todo fue cambiando, todo... en el borde de los siguientes veranos tampoco habría niños/as tirándose al mar desde las rocas.

lunes, 17 de octubre de 2011

El estanque


       Cayo la primera piedra en el estanque de aguas oscuras. Se precipitó justo por el centro formando ondas que de inmediato tocaron los bordes y se voltearon para regresar al lugar de donde venían. Luego otra piedra y otra. Ya no parecía aquel recipiente de aguas pacientes que se renovaba con cada dula. Ahora era como un océano de olas que iban y venían.




       Pasaron algunos minutos y  fue regresando la calma. La superficie se fue alisando con la perfección que sólo corresponde al agua, para convertirse de nuevo en el espejo del cielo. Fuera nadie había advertido el cambio, pero por dentro, las piedras, aguardaban alojadas en el fondo.

lunes, 10 de octubre de 2011

El peligro de las matemáticas...

Continuó explicando pacientemente a su alumnado de secundaria las regresiones lineales "(...) Es decir, a medida que X aumenta, la tendencia es a la disminución de Y. En cuanto al valor de la ordenada en el origen, a, tenemos:"

\begin{displaymath}a = \overline{y}- b\cdot \overline{x}= 5 - (\frac{-7}{6})\times 3 = 8,5
\end{displaymath} 



"Así, la recta de regresión de Y como función de X es:"

\begin{displaymath}\hat{Y}=8,5 -1,1667\cdot X
\end{displaymath}



Ella, desde su banquito en la última fila, parecía algo distraída. En realidad buscaba relación entre lo que estaba escuchando y su particular mundo. No se resignaba a seguir repitiendo como un loro fórmulas vacías. 
De repente encontró la solución. Era la primera vez en su vida en la que podia aplicar sus conocimientos matemáticos. De este modo se decía: "A medida que la necesidad aumenta (X), la capacidad reivindicativa (Y) disminuye. Una clara regresión lineal promovida por los mecanismos del sistema capitalista..." y sin querer se le escapó una carcajada de satisfacción. En ese momento el profesor, interpretando su gesto como una burla, la echó de clase. Ella, haciendo uso de su aprendizaje, puso una queja ante el jefe de estudios. Además, añadió a su reflexión: "Uno de cuyos brazos represores es el sistema educativo".


jueves, 22 de septiembre de 2011

Otoño con prisa

Hoy comenzó a llover. El otoño parece que tiene prisa por llegar. Esta mañana lanzó sus primeros rugidos y nos hizo señales de que el verano se acabó. Habrá que abrigarse  el corazón para las estaciones frías que vienen.

miércoles, 21 de septiembre de 2011

Abrazo



La tomó entre sus manos y guiado por la pasión del reencuentro, la apretó con fuerza. Con cierta violencia impaciente, la recorrió con sus labios y aspiró su olor fresco. Cada noche su silencio le proporcionaba confianza, calor. Ella, tendida en la cama, le miraba con la serenidad paciente de las almohadas.

sábado, 17 de septiembre de 2011

Pastando







Aparentemente felices vivían pastando en campos que les eran cedidos para su alimento. Su señor era quien decidía, siervos de estómago y mente.

jueves, 15 de septiembre de 2011

Nubes

Las nubes grises se acercaban irremediablemente…
Quien se encontraba en la playa pensó: viene mal tiempo.
Alguien desde el monte masculló: Por fin, me apresuraré, hoy el campo beberá.
Desde la ciudad, muchos no las vieron.
Otros, insertos en sus pensamientos, las ignoraron deliberadamente.
Y yo, en medio de mis tormentas, pongo orden a las nubes que me envuelven y acarician, unas veces con suavidad, otras con cierta violencia. Avisto las que se acercan y aspiro aquellas que dan frescor a mi interior. Las otras, las que me añaden huracanes, las soplo para que se disipen.

miércoles, 14 de septiembre de 2011

sábado, 10 de septiembre de 2011

Sexo, arañas y sol

La terapeuta hizo un esfuerzo mayor por explicárselo de un modo sencillo… “La sexualidad es un tema complejo” (hizo una pausa) "A través de ella se ponen al descubierto todas las causas pendientes que tenemos con nosotros mismos y con los demás… "

Él frunció el entrecejo, seguía sin entenderlo. Ella buscó otro ejemplo. “Es como si todos fuéramos arañas que tejemos nuestra tela. En ella trabajamos constantemente, cada día”. (Buscó en su cara señales de que seguía su argumento) “El sexo es como el sol que ilumina esa tela. Con él vemos por dónde van nuestras sedas, qué huecos y fortalezas tiene nuestro tejido”.

Terminó la sesión y el joven se levantó, no le habían servido de mucho sus palabras y decidió no volver a su consulta. Sin embargo ella, aquella noche, comenzó a sincerarse consigo y se descubrió ante su compañero.

lunes, 5 de septiembre de 2011

Treinta años

      Como cada mañana se estiró cuidando de no despertarle. Se desperezó con la ternura de quien regresa de sus sueños y giró lentamente, aún con los ojos cerrados, buscando el calor de su cuerpo.

     Levantó el brazo izquierdo y lo posó sobre su torso desnudo acercándose suavemente. Cuando quiso hacer lo mismo con su pierna notó una extraña sensación. Esta vez el movimiento le supuso un poco más de esfuerzo.

     Le abrazó y le susurró palabras de amor, aquellas que siempre se decían por la mañana y que tanto les ayudaban a comenzar el día. Con los ojos entreabiertos buscó su rostro para besarlo y fue cuando se dio cuenta. En ese momento regresó a la realidad… ¿Cómo podían haber pasado tan rápido 30 años?

lunes, 22 de agosto de 2011

Sabina


Solía pasar por allí a menudo. Cuidaba su rebaño de cabras y lo subía a la Dehesa, lugar de pastoreo en épocas estivales, cuando llegaban las zafras de la miseria. Cada día se paraba delante de ella y se entretenía mirando los recovecos de sus maderas, curtidas por el sol y los alisios que allí soplaban con una ferocidad sin límites. Aquel día, cuando se acercó a ella para despedirse, tocó su tronco áspero y la escuchó por primera vez. Sabina le susurró su secreto y cayó agotada por el peso de tantos años guardándolo en su interior.

domingo, 14 de agosto de 2011

Héroe



El héroe se escondía en su guarida cuando las provisiones de valor escaseaban. No conseguía encontrar quien le arropara y no conocía los mecanismos para colgar su disfraz. Buscaba lo que ofrecía constantemente. Ello provocó en los demás esa costumbre de dejarse salvar por él, obviando sus necesidades.

domingo, 7 de agosto de 2011

Cuando ya no cabía ni el espesor de una pluma dentro de sí, decidió abrir sus puertas para dejar escapar la presión de sentirse lleno. Justo antes de que saltaran las costuras, completamente estiradas, se precipitó como una ráfaga de viento huracanado.  

Sin embargo, lo que ocurrió lo dejó estupefacto. Pretendiendo vaciarse, continuó colmándose pero ahora sin sus fronteras.


domingo, 31 de julio de 2011


La llamada de una amiga en apuros, un compromiso familiar, la fiebre repentina de la nena, problemas en el trabajo.., todo se ponía en su contra cuando parecía que había surgido el momento del encuentro.
Cansada de luchar abandonó su cruzada y dejó de creer en el amor.

martes, 26 de julio de 2011

Mamá

Sólo una madre acepta, ama y espera.




Pequeño homenaje a mi madre que siempre está y todo lo hace lo mejor que sabe.

jueves, 21 de julio de 2011

Mundos


Hoy he dejado que me acaricies con la mirada. No te conozco, no me conoces, pero un hilo fino de seda de araña, comunica nuestros mundos.

martes, 19 de julio de 2011

Margarita viaja a la ciudad...

Acabo de mudarme a la ciudad… Bueno, antes de nada me presento, soy Margarita. Vivía en un pueblo, pero me he visto obligada a cambiar mi casita por un piso 20 en una de estas colmenas que llaman edificios.
Me gustaría adaptarme a este lugar, y de veras que lo intento. Tendré que darme tiempo, aunque aquí todo vaya tan rápido.
En un plis plas puedo ir de un lado a otro de la ciudad si me muevo dentro de esas madrigueras habitadas por un gusano gigante que chilla en cada vuelta. No me extraña debe estar cansado de tanto ir y venir.
Aquí hay algo que no me deja respirar bien, y no es por la cantidad de humo que sale de todos lados… No sé, no consigo identificar cual es el perfume de este lugar.
 Hoy fue la primera vez que visité una “gran superficie”… Allí te venden lo mismo un tornillo que una mermelada… pero nadie  sabe decir quien los elaboró. Yo no sabía que en las ciudades todo está envasado. Desde las frutas que te miran desde sus paquetes de plástico trasparente, hasta las legumbres embotelladas en vidrios, pasando por las galletas en sus bolsitas mini que además se meten en cartones. Es como si alguien temiera que todo fuera a salir corriendo. Miro las etiquetas y todos los alimentos llevan  sustancias que no conozco cuyo nombre empieza por E- y le sigue un número ¿Qué serán?
Sí, todo esta empaquetado, hasta el suelo. Aquí no es de tierra, se cubre con un manto negro que llaman asfalto. Es como una gran capa que lo cubre todo asfixiando y modificando las estructuras naturales.
Otra cosa que no entiendo es el ruido. Este lugar es tan escandaloso que no se puede escuchar los grillos por la noche. En realidad no tengo tan claro que aquí los haya, yo de ellos me habría ido.
No se escucha la brisa entre los árboles, ni el sonido de los arroyos, ni el canto de los pájaros… Bueno, hay algo que se le parece. He encontrado un par de sitios donde si hay naturaleza, aunque estén bien delimitados. Se llaman parques y en uno de ellos hay un charco que se parece a un lago, pero al que no le llega agua fresca de ningún río… Es todo tan artificial. No entiendo cómo puede vivir tanta gente junta en un lugar tan poco agradable como éste.
Echo de menos mirar hacia arriba y ver las montañas, desde aquí sólo veo un patio pequeñito y sucio al que no llega el sol. Por cierto, el otro día descubrí que aquí la gente se mete en unas cámaras para broncearse la piel. No les culpo, entre la prisa por encerrarse en sus oficinas y la altura de estas colmenas, les resultará imposible verlo.
Ayer cuando salí a la calle vi un arcoiris enorme… Se me cortó la respiración. Era igual que los del pueblo. Al fin algo que no habían podido envasar… La tristeza se me agolpó cuando me di cuenta de que era publicidad aérea. No tienen remedio.

lunes, 18 de julio de 2011

Desligada



Estiró sus brazos. Miró a un lado y otro. ¿Cómo es posible tanta distancia entre sus sentidos y su corazón?

sábado, 16 de julio de 2011

Vibraciones



Te sintonizo. Una vez en el aire te envío mensajes. Las ondas salen de mis sienes con una única dirección, las tuyas. No recibo respuestas, sólo un eco de vez en cuando que me confunde. Unas veces pareciera que te gusta mi dial y otras ni siquiera captas mis vibraciones.

Pasan los años. Mi radio, agotada por el tiempo de emisiones ininterrumpidas, decide cesar en sus transmisiones. Dejo de creer en la fidelidad de la audiencia. Lástima, hubiésemos gozado de una programación tan divertida...


viernes, 15 de julio de 2011

Clausurado

Cuando cerraron sus puertas se dio cuenta de todo lo que igualmente concluía aquella noche. Abrir los ojos de asombro o cerrarlos por miedo, entrelazar sus manos con otras buscando calor, esconderse al fondo, con las rodillas cogidas camuflando soledades, mirar un rostro infantil iluminado por fotogramas e ilusión, tantas lágrimas que no caerán por tantos rostros, tantas risas que no resonarán en la sala 1 ni la 2 ni la 3.

Cierra sus puertas y dentro se quedan tanto el eco de historias vividas, como el desconsuelo de las que no sucedieron. Hoy cierra el cine de aquella pequeña ciudad y con él un trocito de sus corazones también se clausura para siempre.


Con motivo del cierre del único cine de la capital palmera.

jueves, 14 de julio de 2011

Amor encadenado

Cuando lo conoció se sintió fascinada por su peculiar personalidad. Un hombre maduro, independiente, seguro de sí mismo, libre y autónomo, aunque con cierto aire de despiste. Podía dar una clase de astrología detallando constelaciones y galaxias y sin embargo, no conseguía recordar en qué lugar acababa de dejar sus llaves. Ella, movida por una mezcla de compasión y enamoramiento, resolvió hacer uso de su capacidad organizativa y memoria extraordinaria para erradicar el desorden que le gobernaba.

Pasaron los años y ella fue apoderándose de su agenda y tomándose ciertas libertades. Comenzó a decidir qué citas escribir y cuáles ignorar, eventos prescindibles, fiestas ineludibles, teléfonos superfluos: “Esto sí, esto no, ya nos vamos, ahora no, tú no vas, aquello es mejor, vente conmigo…”. Finalmente resolvió, sin su permiso, el número de veces que debía respirar y la intensidad de las inhalaciones, hasta que él, asfixiado, la dejó.

miércoles, 13 de julio de 2011

Al anochecer

Aquella casa pertenecía a la misma familia desde hacia años y se utilizaba como residencia de verano, pero nadie, ni siquiera el abuelo, conocía los motivos que la encadenaron a aquel lugar.

Por la noche, sin que nadie pudiera escucharla, salía de su habitación con la meticulosa delicadeza de las gatas. Descalza, se deslizaba sobre las yemas de sus dedos, que posaba con cuidado en cada madera, midiendo sus movimientos.  Se escondía en cada esquina, detrás de las puertas, en las sombras de las cortinas, hasta que salía al patio delantero. Cuando la luz de la luna se proyectaba en su piel blanca, al fin podía respirar hondo y comenzar a vivir.

Fuera, se mezclaba con quienes acudían al lugar. No podían percibirla, salvo cuando, embriagada por las risas, se dejaba llevar y posaba sus manos sobre ellos para sentir la vida que los colmaba. La brisa del monte era su cómplice, a quien achacaban los escalofríos o cosquilleos que les producía. Ella, entonces, también reía.  Satisfecha, tornaba a su dormitorio con una mezcla de alegrías y nostalgias, a la espera de un nuevo alunecer.

Para Roberto en su tercera celebración de cumpleaños, el mismo año.



martes, 12 de julio de 2011

Loca obstinación


Inexplicablemente, en medio de aquel caos, pudo distinguir el rostro de un muchacho. Gobernada por un impulso instintivo, trató de mantenerse a flote y, conteniendo la respiración, se lanzó en su busca. Derrochó las pocas fuerzas que aún tenía y con un coraje insospechado, consiguió agarrarlo.

Pasaron segundos maquillados de horas y aquella ola de proporciones descomunales se cansó de jugar con ellos. Los abandonó no muy lejos de donde había comenzado todo. Aturdida, miró al joven al que continuaba abrazada y fiel a su loca obstinación,  consiguió reanimarle.

Pasaron años con aspiraciones de segundos. Ahora es él quien insufla vida a su existencia. Cada día, cuando la besa, resucita sus entrañas llenándola de amor con cada partícula de su aliento.

lunes, 11 de julio de 2011

No quiso la luna



Cuando los astros lo creían oportuno, eran capaces de mover sus energías para crear situaciones que sólo ellos podían desatar. El día  8 de cada mes solía ser el momento elegido. Se reunían para urdir sus planes utilizando a los seres humanos para sus experimentos. Ejercían sobre ellos un poder difícil de evaluar.
Aquel 8 no fue igual, en el último momento la luna decidió alterar su posición. Su cambió modificó los guiones. Se desviaron las miradas, no se encontraron sus manos y su olor se difuminó en la atmósfera, algo revuelta por las variaciones. Finalmente no sucedió lo previsto, otra historia estaba por construirse.

miércoles, 6 de julio de 2011

Fidelidad

Cada noche llegaba silenciosa. Cansada, tras una dura jornada se tumbaba a su lado y le miraba atentamente hasta que él interpretaba su gesto como una petición de caricias. Caricias que llegaban  para cubrir cada parte de su cuerpo. En ese momento, ella se alegraba de que no supiera con quienes había pasado el día. Él  había preparado la cena, la miraba sonriente y la acariciaba ¿Qué más podía pedir? Él la consideraba fiel por el hecho de volver a su cama cada noche, desconociendo cuantos la habían acariciado ya durante la mañana y la tarde. Era entonces cuando él apagaba la luz y le decía: "Hasta mañana" a lo que ella contestaba con un suave "Miau" y se dormían.

martes, 5 de julio de 2011

Rutina

Cada día volvía del trabajo por el mismo camino. Cabizbajo, contemplaba la sombra que se dibujaba bajo cada uno de sus pasos.
Salía por la puerta principal, daba un giro a la derecha y bajaba las escaleras. Luego otro giro, otras escaleras y un último recodo hasta llegar a su casa.
Sin embargo, aquella tarde todo fue distinto.  En el primer giro no encontró las escaleras, sino otro recodo y cuando se dio cuenta había llegado de nuevo a su trabajo. Estupefacto trató de buscar de nuevo la puerta de entrada y salió una vez más por ella. Giró a la derecha fijándose un poco más en el camino, pero las escaleras ahora le conducían a la puerta de entrada. Se paró, se restregó los ojos y se dio media vuelta. Había entrado de nuevo en su oficina.

Tantos años haciendo el mismo recorrido, sin importarle el resto del mundo, hicieron que al resto del mundo tampoco le importara él y desapareció.

sábado, 11 de junio de 2011

NOSOTROS/AS


En el colegio me enseñaron a conjugar verbos, así aprendi:
YO ...
TÚ ...
ÉL/ELLA ...
NOSOTROS, NOSOTRAS...
¿Cómo? ¿NOSOTROS? ¿NOSOTRAS? Debe ser un error. Cuando se den cuenta del poder que entraña el NOSOTROS  Y NOSOTRAS , seguro que tratan de suprimirlo.

miércoles, 27 de abril de 2011

Dentro y fuera

    
En los manicomios, quien ve la realidad diferente a lo normal es sedado. Dentro con drogas que adormecen, fuera con fútbol, necesidades superfluas, televisión basura, titulares amarillistas, realidades ficticias, en definitiva, drogas que adormecen conciencias.

En los manicomios quien no cumple las normas es reducido, encerrado, excluído,  reprimido... Dentro con unas técnicas, fuera con otras...


miércoles, 30 de marzo de 2011

Cuando la guerra terminó miró desconsolado a su alrededor. En tierra yacían, enredados en sangre, cientos de cuerpos. El enfrentamiento había llevado la muerte tanto al campo de batalla como a  su interior. De todo aquello sólo supo extraer su habilidad para sobrevivir, aún cuando se había convertido en su propio verdugo...

domingo, 20 de marzo de 2011

Cerró los ojos y buscó una respiración que le trajera calma. Comenzó a sonar la música y sus pies decidieron danzar descalzos  sobre su alfombra de colores. De repente miró hacia abajo y allí estaba. Se había desprendido de él. Su cuerpo yacía en el suelo. Trató de reanimar el recipiente que la había contenido durante tantos años, pero todo esfuerzo fue en vano. El vértigo la invadió, pero no le costó aceptar su nuevo estado. A partir de aquel momento se olvidó de los límites.



jueves, 17 de marzo de 2011

Luz interior

Llovía fuera, en la calle. Dentro  nunca nadie lo vió  dejar brotar trocitos salados de su corazón, pero él también llovía.

En soledad recogía sus pedazos en un vaso y con cuidado los guardaba  en un bote que cerraba con fuerza. No podía dejar evaporar su regalo, aquel que entregaría a quien fuera su estrella. A ella le ofrecería  la más pura de las esencias, las luces de su interior.

martes, 15 de marzo de 2011



Horrorizado por el espectáculo de sus hermanos, se sacó el apellido HUMANO y se quedó sólo con el SER.

sábado, 12 de marzo de 2011

Ventanas



Desde esta ventana viajo a otras ventanas. Aquellas que recuerdo porque fueron grabadas en mi memoria, la misma que hoy olvida la edad que tengo.

Me asomo a mi ventana de los 11 años. Veo una niña pasando tardes de domingo con sol y risas de salamandra. Aquellas tardes de moscas de vuelos imposibles sobre la mesa del almuerzo sin recoger.

Lentamente me aproximo a ella por detrás, no quiero distraerla. Permanece sentada en un escalón por fuera de la cocina y mira al Pinalejo casi sin verlo porque se enreda en su pensamiento poniéndole caras y lugares a su futuro.

La música de fondo sale de la lavadora que limpia incansable las ropas del abuelo, viudo ya desde hace años.  Ese señor de ojos húmedos y pelo blanco al que la nena admira por la sencillez de su espíritu joven y libre.

La ventana se cierra, los recuerdos se apagan, vuelvo a mi otra ventana de los 70 años. Ahora la vieja soy yo y miro como esa niña me observa. Sonríe. Sé lo que piensa.

viernes, 11 de marzo de 2011

Remolinos

Alguna que otra vez deseó no haber hecho caso de su curiosidad de explorador incansable. Ésta le había conducido a sumergirse de cabeza en aquel remolino que le absorbió de inmediato. De no haber sido por ese momento de debilidad, habría  llegado pronto a su hogar, y no veinte años después.

Fue así como arribó a una isla rocosa en medio del océano. Apareció tendido en la playa de un lugar desconocido y en otro tiempo. Allí permaneció un tanto desorientado y aunque trataba de disimular su origen, podía adivinársele un halo de héroe antiguo.

Pasaron los años y aunque su obstinación crecía, no eran así las posibilidades del regreso. Su lucha fue titánica, cada día, en cada momento, buscaba y formaba remolinos en el mar, tratando de propiciar uno parecido al que le trajera. Atrapado en otra época decidió viajar por sus universos en busca de la puerta que le devolviera a su realidad.

Fue ella quien, cuando ya casi había renunciado a su vuelta,  le dio un motivo para quedarse.

Llegó sin que nadie se diera cuenta. Nadie, excepto él. De golpe allí estaba, entre sus brazos, en medio de un abrazo eterno del que parecía haber formado parte desde el principio. Fue inútil resistirse y al besarla, oyó aquel chasquido seco que reconoció de inmediato. Fue arrancado de sus labios para caer desde lo alto en casa. Ahora los remolinos estaban en su interior, de dónde jamás podría arrancarlos.


jueves, 10 de marzo de 2011

Nuestras lavas

Anoche soñé con volcanes. Surgían de la nada entre tú y yo, interponiendo su vómito incandescente y destruyendo los caminos que nos unían, antes si quiera de ser transitados.

En mis sueños me consoló saber que había sido la fuerza de la naturaleza quien nos había vencido, es imposible vedar las entrañas de la Tierra. Cuando desperté busqué y no encontré los motivos que apagaron nuestro calor, nuestras propias lavas sobre las que ahora camino.

jueves, 3 de marzo de 2011

Difícil tarea la del sastre

Vivía atrapada en sus límites que cada día trataba de redefinir para hacerlos a su medida. Difícil tarea la del sastre, se decía mientras se observaba prisionera en el vestido que  habían cosido para ella, puntada a puntada sobre su piel. Vestido confeccionado para una madre, que también sirva para quien es hija, amiga, esposa, compañera de trabajo. En definitiva, vestido de mujer, de un color discreto y a una altura prudente. Éste es el que te sienta bien, le decían mientras el hilo atravesaba sus aspiraciones. Y así vivía, oculta bajo aquel disfraz que cada día diseñaban para ella sin su permiso.

lunes, 28 de febrero de 2011

Ana y sus vidas

 
Venía de muy lejos y de vivir muchas vidas. En aquella que ahora la ocupaba había elegido ser madre, algo que hasta ahora no había probado, pero que desde luego se le daba muy bien. Sus vidas de pintora y camionera, le ayudaron a introducirse en el mundo de la fantasía con su hija y su hijo.
También sería abogada, puesto que siempre detestó las injusticias, aquellas que había vivido en unas cien o doscientas vidas anteriores y que ahora le daban fuerza para luchar contra ellas.
En su vida de árbol experimentó tanto dolor, que decidió ser ecologista, militante y activista. Ya iba por la quinta o sexta vez que se encadenaba para impedir que asesinaran un bosque y construyeran un campo de golf.
Otra cosa que le pareció útil sería la mediación. No le gustaba leer un mundo formado por ganadores y perdedores, así que consiguió aplicarla no sólo a sus casos, sino en el camino de sus días.
Algo de lo que sus coetáneos disfrutaban, era de su capacidad de amar. Era como el rastro de un perfume, lo iba dejando por dónde pasaba y en quiénes tocaba o abrazaba con aquella cálida y cercana sensualidad.
Para premiarla por ésta y sus otras vidas, fue bendecida con energía incombustible, para criar a sus pequeños, amar a su poeta y compartir con sus amarillos/as.







Para Ana, para celebrar que nos encontramos en este trocito del Planeta y disfrutamos de nuestro Mundo Amarillo. Un abrazo, como no puede ser de otro modo, cálido, cercano y sincero.

martes, 22 de febrero de 2011

Lecciones magistrales

-¡Fernandito, no se le pega a los niños!- Dijo la educadora interviniendo en un conflicto en la Escuela Infantil. El niño siguió pegando y pegando cada vez con más fuerza.
-¡Fernandito! ¿Has escuchado lo que te he dicho?
-Sí, Ana. Y continuó con sus labores hostiles.
-Entonces, ¿Por qué no me haces caso?
-Es que es una niña.

Este micro está escrito para Fernando (depropio), en su cumpleaños. Por ser una de esas personas que dan voz a los/as más pequeños/as en sus relatos. Esto me ocurrió en mi escuelita, desde entonces tengo más cuidado con mi pensamiento y mi lenguaje.

¿Qué prefieres?

Llegué en metro, me calenté la comida en el microondas y me hice un café expreso. Con un sms te dije que me iba  de escapada de fin de semana...

Llegué dando un paseo. De camino recogí algunas verduras del cantero. Para comer, un potaje hecho a fuego lento, mimando los alimentos que se van deshaciendo en el caldero. Al terminar la vieja cafetera, con sus vapores, nos avisa de que el café ya está listo. Un barraquito con todo, su limón, su canela, un chorrito de leche y una piedrita de café que mezclo en interminables círculos. La sobremesa se alarga hasta las seis. "No me hacen falta vacaciones", te digo, mientras nos sumergimos de nuevo en la conversación.

lunes, 21 de febrero de 2011

Ciudad




Ayer cuando salí a la calle vi un arcoiris enorme que surcaba el cielo.
Se me cortó la respiración, porque era igual que los del pueblo. Al fin algo que no habían podido modificar…
Me sentí muy sola, allí plantada en medio de la avenida, contemplando esa maravilla y sintiendo los empujones de la gente a mi alrededor.

jueves, 17 de febrero de 2011

La carrera

Llevaba tanto tiempo corriendo que ya no recordaba dónde se encontraba la meta. Cuando giró a lo lejos pudo ver algo que se la recordaba, era el final de un camino de prisas, estrés, comidas rápidas y de pie, duchas en 3 minutos para llegar, tiempos robados a la maternidad, a la vida, a las amistades. Un sendero repleto de no puedo esto, no puedo lo otro, no me da tiempo de aquello, no, no, no…
Ahora que la veía, aún a lo lejos, no pudo evitar reparar en todo lo que había sacrificado por el camino y su mochila se hizo más grande y más pesada. Cargaba horas de sufrimiento, llantos de frustración, impotencia y dolor. En ese momento flaqueó e hincó una rodilla en el suelo, eran muchas las heridas que sangraban, ya casi no tenía energía.
Entonces levantó la cabeza y volvió a mirarla. Allí a lo lejos  la esperaba ¿Sería capaz?