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jueves, 22 de septiembre de 2011

Otoño con prisa

Hoy comenzó a llover. El otoño parece que tiene prisa por llegar. Esta mañana lanzó sus primeros rugidos y nos hizo señales de que el verano se acabó. Habrá que abrigarse  el corazón para las estaciones frías que vienen.

miércoles, 21 de septiembre de 2011

Abrazo



La tomó entre sus manos y guiado por la pasión del reencuentro, la apretó con fuerza. Con cierta violencia impaciente, la recorrió con sus labios y aspiró su olor fresco. Cada noche su silencio le proporcionaba confianza, calor. Ella, tendida en la cama, le miraba con la serenidad paciente de las almohadas.

sábado, 17 de septiembre de 2011

Pastando







Aparentemente felices vivían pastando en campos que les eran cedidos para su alimento. Su señor era quien decidía, siervos de estómago y mente.

jueves, 15 de septiembre de 2011

Nubes

Las nubes grises se acercaban irremediablemente…
Quien se encontraba en la playa pensó: viene mal tiempo.
Alguien desde el monte masculló: Por fin, me apresuraré, hoy el campo beberá.
Desde la ciudad, muchos no las vieron.
Otros, insertos en sus pensamientos, las ignoraron deliberadamente.
Y yo, en medio de mis tormentas, pongo orden a las nubes que me envuelven y acarician, unas veces con suavidad, otras con cierta violencia. Avisto las que se acercan y aspiro aquellas que dan frescor a mi interior. Las otras, las que me añaden huracanes, las soplo para que se disipen.

miércoles, 14 de septiembre de 2011

sábado, 10 de septiembre de 2011

Sexo, arañas y sol

La terapeuta hizo un esfuerzo mayor por explicárselo de un modo sencillo… “La sexualidad es un tema complejo” (hizo una pausa) "A través de ella se ponen al descubierto todas las causas pendientes que tenemos con nosotros mismos y con los demás… "

Él frunció el entrecejo, seguía sin entenderlo. Ella buscó otro ejemplo. “Es como si todos fuéramos arañas que tejemos nuestra tela. En ella trabajamos constantemente, cada día”. (Buscó en su cara señales de que seguía su argumento) “El sexo es como el sol que ilumina esa tela. Con él vemos por dónde van nuestras sedas, qué huecos y fortalezas tiene nuestro tejido”.

Terminó la sesión y el joven se levantó, no le habían servido de mucho sus palabras y decidió no volver a su consulta. Sin embargo ella, aquella noche, comenzó a sincerarse consigo y se descubrió ante su compañero.

lunes, 5 de septiembre de 2011

Treinta años

      Como cada mañana se estiró cuidando de no despertarle. Se desperezó con la ternura de quien regresa de sus sueños y giró lentamente, aún con los ojos cerrados, buscando el calor de su cuerpo.

     Levantó el brazo izquierdo y lo posó sobre su torso desnudo acercándose suavemente. Cuando quiso hacer lo mismo con su pierna notó una extraña sensación. Esta vez el movimiento le supuso un poco más de esfuerzo.

     Le abrazó y le susurró palabras de amor, aquellas que siempre se decían por la mañana y que tanto les ayudaban a comenzar el día. Con los ojos entreabiertos buscó su rostro para besarlo y fue cuando se dio cuenta. En ese momento regresó a la realidad… ¿Cómo podían haber pasado tan rápido 30 años?