Translate

lunes, 5 de septiembre de 2011

Treinta años

      Como cada mañana se estiró cuidando de no despertarle. Se desperezó con la ternura de quien regresa de sus sueños y giró lentamente, aún con los ojos cerrados, buscando el calor de su cuerpo.

     Levantó el brazo izquierdo y lo posó sobre su torso desnudo acercándose suavemente. Cuando quiso hacer lo mismo con su pierna notó una extraña sensación. Esta vez el movimiento le supuso un poco más de esfuerzo.

     Le abrazó y le susurró palabras de amor, aquellas que siempre se decían por la mañana y que tanto les ayudaban a comenzar el día. Con los ojos entreabiertos buscó su rostro para besarlo y fue cuando se dio cuenta. En ese momento regresó a la realidad… ¿Cómo podían haber pasado tan rápido 30 años?

10 comentarios:

  1. RELATA:
    Por eso canta Gardel que 20 años no es nada...
    Que te tengamos por aquí más y más de 30 años.
    Por cierto, me cuesta horrores abrir tu blog.
    Salu2.

    ResponderEliminar
  2. Precioso, el relato, y que haya parejas así.

    ResponderEliminar
  3. Eso es lo maravilloso: el amor fluye como los sueños, y en ambos casos no es posible detenerlos.
    Dulces sueños.

    ResponderEliminar
  4. Hermoso, hermosisímo!!!!
    Ah, el amor...

    Besos

    ResponderEliminar
  5. Es fenomenal
    pasar treinta años con tu amor,
    que disfrutes del tiempo que os queda
    que el amor dure siempre.
    También a mi me cuesta abrirte

    ResponderEliminar
  6. Es una lástima que no puedan abrir mi blog con facilidad, no se a qué puede ser debido... Pero sigan intentándolo ;)
    Este es mi pequeño homenaje a mi padre y mi madre, que pasaron muchos años juntos y aún así les resultó poco.
    Abrazos largos y sentidos.

    ResponderEliminar
  7. Precioso Anita! Y preciosa una vida compartida así, en que 30 años se hacen nada...
    Abrazos

    ResponderEliminar
  8. Qué lindo... Maravilloso que con el pasar de los años el amor siga como el primer día.

    Abrazos

    ResponderEliminar
  9. Seguro que algo pasó, seguro... Y no sólo el tiempo.

    Muy bonito tu relato.

    Un abrazo instantáneo

    ResponderEliminar
  10. Anita, la verdad es que para mi son un ejemplo de que el amor puede prolongarse con los años. Pero amor de ese de "si quiero" no de ese otro de "ya que estoy". Un abrazo Ana.
    Su, y quizás y con un poquito de empeño hasta crece... ;) Otro abrazo de los nuestros...
    Bicefale supongo que en treinta años mucho. Otro beso para tí, pero este llegará despacito ;)

    ResponderEliminar

Tus palabras...