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lunes, 20 de diciembre de 2010

Abuelo

Vagos recuerdos de pasados lejanos se agolpan en tu empolvada memoria, que consultas a través del cristal borroso de tus ojos blancos.
Los años te devolvieron la sonrisa, que se dibuja con surcos cada vez que la recuperas.
Tu casa acumula cansancios viejos y la cocina se empeña en revelar su identidad negra. Siempre florece el tizne de la madera consumida para alimentar nueve pequeñas bocas que correteaban haciéndose mayores.
El zurrón, olvidado, cuelga de una de las paredes y conversa sin prisa con el morral con el que hace años trabajaba hombro con hombro.
En las manos tu lanza, Taburiente fue tu hogar, aunque el trabajo esté hecho no quieres descansar. Obstinado, tenaz, sientes que tu vejez aún no ha llegado y porfías a tus hijos cada uno de tus 98 años. No son suficientes. Nunca son suficientes.







Pequeño homenaje a mi abuelo Toribio. Por su gran fuerza que le hace ser joven. 100 vidas no le alcanzarían para saciar sus ganas de vivir. Un abrazo y todo mi amor.

7 comentarios:

  1. Que bonito Anita!! Me ha gustado la frase "tu casa acumula cansancios viejos y la cocina..." con esos cacharros ahumados, donde se cocina a diario y suele ser pequeña.
    Mucha ternura sale de este relato.
    Abrazos

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  2. No creo que haya nada más bonito que una vida tan larga cuando se queda corta.
    Un abrazo y felicidades por poder disfrutarlo tan de cerca.

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  3. Ir a casa de mi abuelo es como viajar en el tiempo. Es de los abuelos que fueron a la guerra. Si hasta tiene una anécdota de una vez que se equivocó de bando... Bandos, que absurdo. Un chico joven, pastor de cabras y morador de montes arrancado de su casa a la fuerza sin poder despedirse de su madre. Cuando vio su primer muerto se puso tan malo que se paso el resto de la guerra en retaguardia. Por suerte, asi estoy yo por aqui!!!
    Bueno, si le conocieran verían lo que digo. Dice que el mundo se va a acabar y por eso se queda tranquilo, porque nos vamos todos, jajaja. Sólo así acepta irse.
    Un abrazo a todos.

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  4. Muy bonito homenaje y seguramente no seamos los únicos, yo, de hecho,lo hice por partida doble.

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  5. Qué bonito Anita!!!
    Algún día tienes que llevarme a conocer a tu abuelo, como quien no quiere la cosa, de paso por su vida.
    Abrazos

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  6. Curiosa esa forma de ver sobre que "el mundo se va a acabar", está claro que irse y dejar a los demás "solos", no le gusta. ¡qué forma de quedarse tranquilo!.

    Todo fuerza tu abuelo.

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