Sabían perfectamente cómo permanecer juntos sin despertar sospechas en el otro. Habían aprendido el arte de camuflar sus pasiones, de borrar todo indicio de interés. Sus ojos, repletos de curiosidad, se limitaban a robar furtivos un segundo de sus anatomías y cuando se cruzaban se disfrazaban de amistad. Sin embargo, si alguien hubiera podido fotografiarles por dentro, eran como estatuas de cera que se derretían lentamente cuando se tocaban.
Es una lucha constante... que se dejen llevar!
ResponderEliminarAbrazos
Coincido con Su ¿Oor qué no dar rienda suelta? Que sean felices
ResponderEliminarDejarse derretir lentamente a una buena candela.
ResponderEliminarSuena a principio más que a final.
Un abrazo
Algún motivo tendrán para ocultarlo.
ResponderEliminarUn beso.
Me encantaría encender la vela, pero eso es algo que solo les compete a ellos.
ResponderEliminarPrecioso cuento
Me has dejado sin palabras!
ResponderEliminarLa verdad es que hay muchas formas de vivir la vida. Hace poco lei un libro que decía que en la vida, el sexo y el amor hay que ser valientes. Anoto, anoto.
ResponderEliminarBesitos a todos-as, gracias por pasar por aqui, me encanta leer los comentarios.
Me llaman D. Valiente!
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