Vivía atrapada en sus límites que cada día trataba de redefinir para hacerlos a su medida. Difícil tarea la del sastre, se decía mientras se observaba prisionera en el vestido que habían cosido para ella, puntada a puntada sobre su piel. Vestido confeccionado para una madre, que también sirva para quien es hija, amiga, esposa, compañera de trabajo. En definitiva, vestido de mujer, de un color discreto y a una altura prudente. Éste es el que te sienta bien, le decían mientras el hilo atravesaba sus aspiraciones. Y así vivía, oculta bajo aquel disfraz que cada día diseñaban para ella sin su permiso.
Me transmitiste mucho en este relato, que, para mí, esta cargado de realidad.
ResponderEliminarPara mi Mención especial, me lo dejas?
ResponderEliminarEl hilo me ha atravesado...
Besos sin sastres de por medio.
Si, Anita, el hilo atravesando sus aspiraciones es una imagen muy muy...
ResponderEliminarUn besito desnuda
Cybrghost, verdad que está cargado de realidad. Yo veo el lado femenino, pero también los hombres sufren los límites que la sociedad les impone. En mi opinión son un poco más laxos, pero los hay.
ResponderEliminarSu, por supuesto, yo cuando publico dejo de ser dueña del micro, es para quien lo quiera recoger.
Anita, soy hija de costurera aunque no se dar puntada y me pareció muy visual esa forma de coserle los límites.
Un abrazo a ser posible sin vestidos impuestos.
Ana Belén: EXTRAORDINARIO.
ResponderEliminarSi me permitís, me gustaría colgarlo de mi página 'Micros de mis amigos'
Espero autorización
Un beso grande
Claro que puedes Patricia, como le dije a Susana, cuando los publico es para compartirlos. Un besito y me alegra que te haya gustado.
ResponderEliminarUn beso trasatlántico.
(Me hizo ilusión que lo pusieran en esa sección)
Genial. Contundente. Me gustó mucho
ResponderEliminarSaludillos
En efecto, es digno de alabar. Me ha encantado.
ResponderEliminarUn abrazo.
Tan breve pero tan profundo. Tantos límites que nos atenazan y que no nos dejan ser nosotros mismos...
ResponderEliminarFelicidades por el post.
Muchas gracias Puck y Chula, me alegra que les guste.
ResponderEliminarPor otro lado Uly, es cierto lo de los límites, pero si nos vamos al otro lado, ella se los deja coser. Bien podía dar un manotazo y hacer saltar las agujas... es esclava en dos sentidos, de los otros y de sí ¿no crees?
Un besito para todos/as.