Inexplicablemente, en medio de aquel caos, pudo distinguir el rostro de un muchacho. Gobernada por un impulso instintivo, trató de mantenerse a flote y, conteniendo la respiración, se lanzó en su busca. Derrochó las pocas fuerzas que aún tenía y con un coraje insospechado, consiguió agarrarlo.
Pasaron segundos maquillados de horas y aquella ola de proporciones descomunales se cansó de jugar con ellos. Los abandonó no muy lejos de donde había comenzado todo. Aturdida, miró al joven al que continuaba abrazada y fiel a su loca obstinación, consiguió reanimarle.
Pasaron años con aspiraciones de segundos. Ahora es él quien insufla vida a su existencia. Cada día, cuando la besa, resucita sus entrañas llenándola de amor con cada partícula de su aliento.
Precioso aliento y juego de respiraciones y tiempos. Me gusta
ResponderEliminarSaludillos
Me encantan los segundos maquillados de horas, los años con aspiraciones de segundos, y todo!
ResponderEliminarBesos
Que romántico.
ResponderEliminarGracias Puck, opino que realmente las personas nos insuflan vida y el mundo mismo respira. Un besito.
ResponderEliminarAnita, no me dirás que el personaje femenino se dejó llevar por lo que parecía inevitable... aqui ni astros ni olas, ja, ja, ja. Un abrazo sin tiempos.
Cybrghost ¿romántico? ¿tu crees? Besos para ti tambien.
Si me dejas me doy hasta un remojón yo, ganas tengo de ello.
ResponderEliminarBlogsaludos
Después del anterior, con esa luna que mira a otro lado, se agradece leer este. Te quedó precioso.
ResponderEliminarMe gustó muchísimo!!!
ResponderEliminarGracias Montse. Un besito!!
ResponderEliminarA ti también Uly, me alegra que te pases por aqui. ;)
Serafín, eso valiente, a lanzarse de cabeza. Más saluditos.
ResponderEliminarmuy bueno...felicidades escribes muy bello.
ResponderEliminarGracias Rosio, un abrazo bloguero.
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