Nunca entendí por qué todos se empeñaban en llamarlo pobreza, era simplemente sencillez... ¿Cuántas cosas hacen falta para vivir? Para ser, estar, pasar este rato que nos toca por este mundo. Ellos sí lo sabían y con una naturalidad pasmosa disfrutaban de lo importante.
Inspirado en conversaciones con Susana.
Efectivamente, sencillez y no pobreza, a eso me gustaría tender.
ResponderEliminarAbrazos sencillos, que no pobres
Lo paso a mi sección de Inspiraciones de Aprendiz.
ResponderEliminarAbrazossss
¿Verdad que si? Y sencillez de pensamientos también. Mezcladito con muuuuucho amor.
ResponderEliminarLas quiero!!!
El problema está cuando lo que es es pobreza y no sencillez.
ResponderEliminarSe vive menos con más.
Un abrazo
Si, tampoco hay que camuflarla en sencillez, hay muchos casos de pobreza, de necesidad de elementos basicos. Lo dificil está a veces en determinar qué es lo básico y qué no. Además de otras carencias afectivas a las que nadie da importancia. En este mundo y desde nuestra perspectiva como habitantes de la abundancia se nos puede desdibujar un poco qué es lo que realmente se necesita para vivir y sobre todo los planteamientos de como vivir este ratito en el mundo.
ResponderEliminarBesitos Bicefale, me gustan tus comentarios, hacen pensar.
Es cierto y sabio eso de "no es más rico quien más tiene sino el que menos necesita", pero la sonrisa de un pobre no oculta su miseria. No es justo consolarnos con eso.
ResponderEliminarEl día que aprendamos a no consumir... a no tener... todo habrá cambiado. Mientras, compren, compren, por favor.
Besos anticonsumistas.
Sabia distinción.
ResponderEliminarSalu2.
Tienes razón Kum, tampoco hay que confundirse y consolarnos con sus sonrisas y obviar la injusticia de un mundo mal repartido. Eso seria el colmo.
ResponderEliminarComparto tus besos anticonsumo y mando otros tambien para Dyhego.
Yo te respondo: El Alma.
ResponderEliminarBesos, Ana.
Acertada respuesta Torcuato. Es lo más importante.
ResponderEliminarUn besito de alma.