En el amor, la vida y el sexo hay que ser valiente, se repetía constantemente mientras se acercaba a él.
Ya casi podía olerle y sentir la cercanía de su piel, pero justo en ese instante, cuando estaba a punto de decirle algo, recogía sus antenitas y volvía a la seguridad de su caparazón…
Cuando quiso darse cuenta, era demasiado tarde. Había encontrado otra sobre la que derramar su baba.
La frase: En el amor, la vida y el sexo hay que ser valiente está tomada del libro de Albert Espinosa, "Todo lo que podríamos haber sido tú y yo si no fuéramos tú y yo". Lo recomiendo.
La frase: En el amor, la vida y el sexo hay que ser valiente está tomada del libro de Albert Espinosa, "Todo lo que podríamos haber sido tú y yo si no fuéramos tú y yo". Lo recomiendo.
Jeje, está bueno. En efecto hay que ser valiente.
ResponderEliminarTiene veneno esa frase final, ;)
Un abrazo, Ana.
David.
Gracias por la recomendación del libro.
ResponderEliminarEjem... "romántica" la escena de derramar las babas sobre otra...
El dibujo es impagable.
En fin, que en conjunto me ha divertido y hecho reflexionar mucho tu entrada.
Un abrazo
Ay, Anita... seguiremos intentando que derramen las babas sobre nosotras aquéllos a quienes amamos.
ResponderEliminarEl micro es divertido, tierno, y has dejado la frase en un lugar estupendo!
Un abrazo baboso
Jajaj, muy bueno.
ResponderEliminarAy caracol, caracol!!
Como datos complementarios añado que los caracoles son hermafroditas incompletos, es decir que son a la vez machos y hembras pero necesitan a un partner para reproducirse. Durante la cópula el caracol número 1 fecunda al número 2 y viceversa produciéndose este maravilloso hecho por la vía de una penetración traumática (en cualquier punto del bicho). A mí me lo contó todo esto un amigo biólogo y yo solamente lo transmito (iba a decir "lo reproduzco").
ResponderEliminarAbrazos helicoidales,
PABLO GONZ
No hay nada tan triste como pensárselo demasiado, perdiendo así la oportunidad de lo que pudo haber sido y no fué.
ResponderEliminarSaludos Relatada.
Muchas gracias por recordarnos esta grandiosa lección de vida. Dejarnos llevar por los impulsos de nuestro corazón, sin tener miedo a las puertas que nos puedan abrir (y a las babas que nos puedan echar!) Un abrazo
ResponderEliminarHola Ana, pues he pasado ha visitarte y me ha gustado tu blog, el enfoque que tiene e incluso visualmente me parece atractivo. He leído este post y me ha gustado porque la reflexión ha sido sencilla pero enormemente profunda. También he leído algún post y me han gustado.
ResponderEliminarTe voy a enlazar a mi blog para visitarte cuando publiques.
Un beso.
Si es cuestión de valentía y observación. En la foto se ve reflejado que ser valiente sí, imprudente no.
ResponderEliminarQue bueno Ana!!
ResponderEliminarSi hay que ser valientes, pero y la ternura del miedo?
Abrazos lentos y babosos..