Apenas habían pasado unas semanas. El tiempo necesario para que el veneno comenzara a salir de su organismo y se fueron notando los efectos. Comenzó a pensar sin tiempos, a sentir sin prisa, a crecer sin dirección. Apenas habían pasado unas semanas desde que no iba a la fábrica a producir y, sin embargo, ahora se multiplicaban las producciones en su interior.