Creo
que he tenido suficiente paciencia. No puedes decir que no he respetado tu
espacio. El 29 de abril fue la última vez que nos vimos y desde entonces me he aguantado
las ganas de llamarte o buscarte. Mis amigas me dicen que ya está bien, que soy
medio boba por no exigirte que te presentes de una vez y des la
cara, pero no es mi estilo. Yo prefiero que seas tu quien decida acercarse a
mi. Mientras, me consuelo con fantasías en las que apareces de pronto y con tu
dulce violencia entras en mí poseyendo mi cuerpo y mi pensamiento. Jo, sólo de
pensarlo tiemblo ¿Por qué será, querida musa, que ya no vienes a verme?
Aquí estoy de nuevo. Aprovechando el impulso de la marea llena, espero poder publicar
cositas más a menudo.